17 abr 2019

Los cazadores de mamuts

AUEL, Jean M., Los cazadores de mamuts. Serie: Los hijos de la Tierra, 3. Traducción: Edith Zilli. Ed digital: Titivillus. 2015. 

Los cazadores de mamuts es la tercera novela de fantasía histórica narrada por Jean M Auel de la serie Los Hijos de la Tierra, publicada por primera vez en 1985.

La historia de este libro se desarrolla siguiendo la línea temporal de la segunda novela, es decir, tras unos meses en el Valle de los Caballos, Ayla junto con Jondalar comienzan un nuevo viaje en busca de otras culturas, hasta que son encontrados por los mamutoi, una tribu de cromañones cazadora de mamuts que la autora sitúa en la zona de Ucrania y con los que nuestros protagonistas se quedarán durante una temporada.

De esta forna, la autora, nos introduce siempre a través de Ayla y Jondalar en la posible relación entre distintos grupos de cromañones, sobre todo bajo Ayla, de la que se vale para analizarlas y entenderlas, pero también creando a través de los otros personajes, unas disyuntivas que analizarán aspectos relacionados con las costumbres, como el apareamiento; los ritos funerarios (de las distintas culturas de cromañones y en las de neandertales); las ceremonias de unión; la concepción de distintos tipos de parejas (incluyendo la homosexualidad), que ya empezara a introducir en la segunda novela; la interpretación de lo desconocido a través de la dotación de "poderes mágicos" para racionalizarlo, como posible explicación por ejemplo a la domesticación de animales; la interpretación de la fecundidad a través de ambas especies y entre una misma especie; etc.

No obstante, esta novela no sólo analiza una tribu de cromañones, los mamutoi, sino que nos muestra a través de esta tribu, la posible interacción que pudo existir entre ambas especies, a través de las relaciones sexuales, creando híbridos y su aceptación o rechazo, algo que desde la primera novela ya pone de manifiesto y que es uno de los misterios que envuelve esta coexistencia entre las dos especies. En este sentido, la autora acerca la novela más hacia una ucronía.

Por consiguiente, la autora se vale de la disyuntiva, sobre todo de la protagonista para mostrarnos, de un lado, las diferencia y las semejanzas entre ambas especies y a través del hilo de pensamiento de Ayla nos lo transmite, y de otro lado, se vale de las disyuntivas de Jondalar para mostrarnos las diferencias y similitudes entre distintas tribus de cromañones, siendo en ambos casos, la mayor parte de contenido sociológico y religioso.
Por otro lado, la figura de Jondalar como tallista y de otros personajes como Ranec, son utilizados por la autora para mostrarnos distintas técnicas de utillaje con piedras, huesos y marfil, al igual como otras herramientas que permiten unir distintas piezas de pieles para vestidos.
Son también de notable admiración las introspecciones de los protagonistas cuando comienzan a tener dificultades por la aparición de Ranec, un hombre de la tribu mamutoi, joven considerado atractivo por sus diferencias y aceptadas como algo exótico, y que se enamora de Ayla, de manera que la autora se servirá de este triángulo amoroso para exponer aspectos como los celos, la aceptación de actitudes diferentes frente a lo tradicional, la intervención del grupo o ausencia de ella en problemas de pareja, el tipo de relaciones de pareja (el rechazo de la endogamia, la aceptación de relaciones sexuales esporádicas como desahogo, la consanguinidad, etc.) En este sentido, la autora paraliza la escena con habilidad para que el lector se recree en esas introspecciones y siga el discurso que a través de la ingenuidad de Ayla lo va razonando todo para poder entender unos hábitos con los que no se ha criado pero que se ve obligada a aprender para poder entender a la cultura mamutoi y al mismo tiempo ser aceptada, como por ejemplo, Ayla se le crea un dilema al interpretar el lenguaje corporal, que ella aprendió en el Clan de los Osos Cavernarios y que este no coincida con el lenguaje hablado que Jondalar y los mamutois le enseñan. 
En definitiva, la autora muestra un amplio abanico de conocimiento de ese comienzo del Paleolítico Superior, valiéndose de la creación de dos personajes ficticios para ir moviendo al lector en un período cronológico más allá de nuestra historia escrita y quisiera destacar, además, la habilidad de Jean para unas descripciones que, aunque a veces parecen ralentizar la acción de los protagonista y son hasta repetitivas, están añadiendo más tensión al desenlace final de la novela, que sin duda, me parece excelente.

1 comentario:

  1. Muy interesante, y sin duda, tras leer tu reseña no dejo de imaginar lo que es poder meterme en los pensamientos e introspecciones de estos personajes que siempre hemos sentido tan lejanos... Gracias por acercarnos obras tan singulares y valiosas, Sonia!! Saludos

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MUCHAS GRACIAS!!

MUCHAS GRACIAS!!
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