27 dic 2018

El Clan del Oso Cavernario

AUEL, Jean M., El Clan del Oso Cavernario. Serie: Los hijos de la Tierra - 1. Traducción: Leonor Tejada Conde-Pelayo. Ed. digital: Titivillus. 2011.

El Clan del Oso Cavernario es la primera novela de fantasía histórica publicada por primera vez en 1980 y que inicia una hexalogía de la serie Los hijos de la Tierra, ambientada en la prehistoria, concretamente en la Europa del Paleolítico durante el último período glacial, haciéndolo a través de las vivencias de una niña cromañón que cohabita con otra especie humana, los neandertales.

Por tanto, se trata de la dramática historia en la que Ayla, de cinco años, se ha quedado huérfana tras un terremoto y después de sufrir heridas considerables por un león cavernario, es encontrada medio muerta por un clan neandertal (el Clan del Oso Cavernario) que busca una nueva cueva tras haber perdido la suya en el mismo terremoto que dejó huérfana a Ayla.

La novela describe muy detalladamente la compasión que despierta en la curandera (Iza), una indefensa niña a punto de morir, y su necesidad de adoptarla como hija haciendo uso de su posición dentro del clan. Tras ser aceptada y otorgársele un tótem, la autora va describiendo cómo poco a poco, la figura de esta curandera junto a su hermano el mog-ur (chamán)  consiguen establecer una comunicación con la niña que la permite ser instruida en las costumbres del grupo, en los modales, en las funciones que se espera que haga una mujer, en la forma de hablar a través de gestos fundamentalmente, pero a medida que la niña va creciendo, su adaptación se va haciendo más difícil y está impregnado de muchas reticencias, ya que las diferencias entre Ayla y el resto del clan son cada vez más evidentes, no sólo por su aspecto físico, sino también por su capacidad y forma de pensar, que la hacen a ella más adaptable a los cambios y sobre todo a dar con soluciones a problemas que por tradición en el clan se resolvían de una manera más primitiva y a lo que no todos tenían la misma capacidad para resolverlos.

La adaptación de Ayla a las costumbres del clan siempre está sujeto a unas normas patriarcales, en donde la mujer ha de ser sumisa y servir solamente y cada miembro varón tiene una función concreta que hace que se necesiten unos a otros. Sólo la caza, una actividad reservada exclusivamente a los hombres, es el motor de guía que les empuja a crear técnicas más complejas, ideando estrategias para cazar según el tipo de animales o en el uso de armas y herramientas cotidianas.

Al ser un clan basado en unas rígidas normas patriarcales, la mujer no puede cazar, sin embargo, Ayla mediante la observación y el ensayo-error, aprende en secreto a usar la honda en un intento de ayudar de alguna manera al clan matando a carnívoros que les roban la caza de vez en cuando, lo que la lleva a vivir una serie de experiencias traumáticas, solitaria y sin la protección del resto del clan, pero sus ansias de vivir de nuevo le estimulan hacia la supervivencia, una supervivencia que no está exenta de peligros, sino que también está llena de miedos y fobias.

La novela pone de manifiesto el recelo que algunos de los miembros del clan tienen al cambio y a lo que es diferente a su tradición, hecho que será el problema más difícil de sobrellevar por Ayla.

También se destacan como importantes los rituales de distinto tipo en la forma de concebir la vida, el dolor de la pérdida de un ser querido, la concepción de la fertilidad, la protección de un tótem, etc, temas que a través de la novela dejan como telón de fondo una ambientación muy lograda sobre estas culturas primitivas.

Esta novela vio por primera vez la luz en 1980. Su autora, la estadounidense Jean Marie Auel, consigue unas narraciones ambientales muy conseguidas, gracias a la meticulosidad de su trabajo de investigación, transmitiendo no sólo la historia concreta de Ayla, sino también la historia en la que el hombre neandertal era una especie que vivía de la tierra, que estaba sujeto a unas costumbres y a una cultura tradicionales que regían su forma de entenderlo todo y que su forma de vivir estaba preestablecida en una serie de funciones adaptadas a una supervivencia en grupo, en un medio hostil y frío, a finales de la era glacial.

Su detallismo y amplio conocimiento de diferentes técnicas de trabajo, como por ejemplo con la piedra, son otra de las cosas que su autora consigue desentrañar y transmitir de una forma entendible, ya que su investigación para la novela le lleva a instruirse en formas de supervivencia como encender un fuego, aprender sobre plantas comestibles, técnicas primitivas de curtir una piel o tallar piedras para crear herramientas, etc.

Por último, Jean logra transmitir de una forma muy descriptiva no sólo las ideas sino también la progresión de esa evolución en los procesos de pensamientos que desarrolla la protagonista y algunos de los personajes secundarios de la historia, con la dificultad que entraña el hecho de que los personajes sean personajes que se comunican a través de algunos sonidos y sobre todo con el lenguaje corporal y por signos.

En definitiva, es una novela que logra transmitir un período de coexistencia entre especies humanas avocadas a sobrevivir una y a extinguirse otra, a acercarnos tradiciones, violencia, ambición, odio y envidias... en definitiva, las miserias que el ser humano ha arrastrado a través de su puesta en escena dentro del mundo a pesar de su evolución.


14 nov 2018

El tiempo entre costuras.

DUEÑAS VINUESA, María., El tiempo entre costuras. Epud. 2016.

El tiempo entre costuras es una novela de ficción histórica que fue publicada en 2009 y que relata la vida de Sira Quiroga, una joven modista que ve alterada su vida en la Madrid previa a la guerra civil española, viéndose seducida, y en ocasiones, arrastrada a una vida que rompe sus rutinas y lo que hubiera sido una vida sosegada y tranquila, para desbordarla a través de experiencias que la sumergen en una vida peligrosa, haciendo que la protagonista pase por una evolución como personaje demasiado inocente y confiado, hasta un personaje que se va superando así mismo, hasta ser capaz de involucrarse en problemas que la llevan al mundo del espionaje.

Su trama comienza, como ya dije más arriba, en los años convulsos del alzamiento y la dejan atribulada en una Tetuán que la empujan a una vida que se le rompe para dar lugar a un nuevo fénix surgido con fuerza y garras en un taller de alta costura desbordado por el trabajo que el glamour de la clase alta aporta a una sociedad española que parece salida de revistas francesas de moda,  y entre tanto, el amor y el desamor de Sira, su lealtad y su inicial falta de una convicción política clara, la van haciendo candidata perfecta, sin saberlo, para recoger cualquier información que pueda ser utilizada desde su taller, para que una vez terminada la contienda de la guerra civil, España no se vea involucrada de lleno en una nueva guerra y aliada del eje nazi.

La vuelta a la Madrid de postguerra de la protagonista, ya viene cargada de maletas con objetivos e intenciones británicas y antialemanas en un tira y afloja de unas relaciones de espionaje entre la Alemania nazi, la Inglaterra de Churchill y una España franquista en sus primeros años de andamiaje. Tiempo suficiente para que el personaje de Sira crezca y se involucre en una política de intereses que nos enseñan los entresijos de algunos mecanismos de espionaje desplegados sobre personajes como Serrano Suñer, Juan Luis Beigbeder y Atienza, Rosalinda Fox o Alan Hillgarth, tanto de sus amoríos como sus tensiones de poder, siempre bajo el prisma de una mujer aparentemente solitaria, apaleada por la vida y espoleada por las secuelas que la guerra civil ha dejado en la vida de su madre (Dolores Quiroga), su mentora (Doña Manuela Godina) y de quienes vivieron con ella sus primeros años de inocencia y juventud, como su primer novio Ignacio Montes.

La aventura de esta modista pasa por ciudades como Madrid, Tánger, Tetuán y Lisboa, entre escenarios hoteleros como el Palace, casinos, salones de belleza, el Mueseo del Prado  y locales de moda como el Embassy del paseo de la Castellana. Todos estos escenarios, la introducen en una sociedad más que bien acomodada, que la van succionando por su habilidad diseñadora y modista en una época en la que la competencia por la alta costura escaseaba, convirtiéndola de esta forma en una confidente pasiva, de contactos, relaciones y actividades, de la colonia nazi en Madrid y de los españoles que con ellos se relacionaban, al amparo que la intimidad que unas inofensivas confidencias entre pruebas de vestuario en su taller le proporcionaba gracias a sus selectas clientas: aristócratas alemanas llegadas de la mano de influencia nazi (Gloria von Fürstenbergla princesa de Cantacuceno Elsa Bruckmannla condesa Mechthild Podewils) y amantes con supuesto peso en la política franquista (Sonsoles De Icaza o Piedad Iturbe von Scholtz).

En cuanto a la autora, María Dueñas es una manchega afincada en Cartagena. Profesora de filología inglesa, escribió El tiempo entre costuras como su primera novela. Tras su éxito, le han seguido otras tres: Misión Olvido en 2012, La templanza en 2015 y Las hijas del Capitán en 2018. Sin embargo, me llama la atención en la obra que nos ocupa, el estilo de su prosa, ágil y de fácil lectura, pulcro, con unas descripciones que en ocasiones me recuerdan el estilo negro de novelas policíacas, con un ritmo prácticamente constante y lineal, unido siempre a la evolución de su protagonista, dado que toda la obra se escribe en primera persona. Además, la alternancia de dos tipos de mundos, el más bajo y urbanita, siempre como poso de su personalidad, se mezcla con el refinado, aristocrático y cosmopólita en el que termina viviendo, a través de personajes secundarios que lo caracterizan claramente en ambientes detallados y bastante precisos. Su éxito, lo ha hecho adaptarse a una miniserie de televisión, que prefiero no ver, para no trastocar en mi imaginación lo que la novela ha dejado en mí: sin duda, una excelente novela.


14 sept 2018

Historia de la Música, en plastilina.


¿Historia de la Música?... Pues sí. Hoy aprovechando la mini-exposición sobre la Historia de la Música que se ofrece en la Plaza interior del Nuevo Centro de Valencia, os traigo las fotos que le he hecho, porque me ha parecido una forma novedosa de exponer en imágenes, una parte de la Historia, en este caso, tocando el tema de la música, pero sobre todo porque está hecha en plastilina. Sí, en plastilina.

En la exposición, se hace un recorrido cronológico a través de distintas escenas que van exponiendo la Música en distintas épocas, empezando en la Prehistoria y llegando a la música de discoteca del siglo XXI. Además viene acompañado de varios textos explicativos.

Esta "Plastihistoria de la música", nombre que recibe la exposición, está en marcha desde el 17 de julio y finalizará el 16 de septiembre. El objetivo de dicha exposición es hacer un recorrido ameno a lo largo de la historia, teniendo como protagonistas principales a la propia música, sus intérpretes y compositores, pudiendo ver pequeñas escenas representadas por Mozart, Bach, Beethoven o los Beatles.

Espero que la disfrutéis, un saludo!!




































Os recuerdo que podéis ver otras exposiciones sobre Instrumentos musicales en el blog pinchando en cualquiera de las imágenes que siguen.




MUCHAS GRACIAS!!

MUCHAS GRACIAS!!
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