Stonhenge es una novela ambientada en el año 2.000 a. C en Gran Bretaña, donde su autor noveliza un período histórico que sólo es conocido a través de los vestigios arqueológicos, dando nombre y personalidad a una serie de personajes que ambientan uno de los misterios más grandes que se le atribuye a la humanidad, como es la creación de Stonhenge, que a modo de una ucronía, nos permite acercarnos a conocer la profundidad de lo que pudo ocurrir para que los hombres y mujeres de varias tribus británicas decidieran construir un santuario hecho de grandes bloques de piedras traídos de tierras lejanas, suponiendo no sólo un reto arquitectónico, sino también la hazaña de trasladar las grandes piedras a través de rutas que no siempre tenían fácil acceso y que podían pasar por territorios de tribus enemigas.
Conrwell trata de ahondar en el tratamiento de las piedras, aunque en este sentido queda muy por debajo de clarificar este contenido, pero ahonda también en la orientación de estas grandes piedras con los solsticios, los rituales que pudieron darse, las supersticiones y augurios, el miedo a la muerte, los sueños, las autosugestiones, la locura, los sacrificios, el entramado de costumbres y ritos tradicionales que chocarán en algunas ocasiones con la nueva construcción, que destaca por su originalidad.
Para la novelización, Cornwell se vale de la creación de una familia trival de corte paternalista cuyos hijos varones, Lengar, Camaban y Saban, desafiarán a las autoridades trivales, a veces también al mismo dios Sol, Sloan o la diosa de la Luna Lahanna, para dirigir de tres formas diferentes una misma tribu, pero con aspiraciones diferentes en su gobierno:
- Con Lengar, se abrirá un período de guerra con su tribu rival Cathallo y su mandato será tiránico y sangriento, y permitirá la creación del santuario como un símbolo de grandeza, entendido como la creación de un santuario para un dios de la guerra.
- Con Camaban, se abrirá un período de guerra, cuyas luchas tienen una finalidad no tanto de dominio de una tribu sobre otra, sino la obtención de mano de obra esclava para trabajar en la idea visionaria de Camaban en el que el poder del dios del sol obliga a la creación del santuario como un mandato divino que es lo principal y que además implica sacrificio.
- Con Saban, se viajará a tierras lejanas, se conocerán otras interpretaciones de adoración a los dioses, se confraternizará con jefes trivales en busca de caminos que apacigüen las rivalidades encendidas por sus hermanos, pero sobre todo, se conocerá la forma en la que trata de resolver la creación de un santuario cuya imagen sea capaz de acercar a los mismos dioses al hombre.
La historia de Stonehenge, se desarrolla a un ritmo constante, en el que a veces su narrativa hace acelerar la expectativa de que algo va a pasar, haciéndola una lectura que en ocasiones es intrigante e incluso misteriosa, y otras, las que más, deja ver la carga humana que esconde la construcción de un santuario con megalitos en el período del Neolítico.
El libro es de fácil lectura, con una trama bien estructurada que sigue una línea temporal bien delimitada en un espacio concreto, la mayor parte del tiempo, bajo la figura de una parte de la vida de Saban, desde sus años de niñez, hasta convertirse en un experimentado adulto que ha pasado de ser el hijo menor del jefe trival Hengall a esclavo, constructor y finalmente jefe de la tribu Ratharryn.
Destacaría el apéndice final, donde el autor se hace eco de los estudios sobre los santuarios megalíticos y en los que se ha basado para novelizar uno de los grandes misterios de la humanidad.
Por último, sólo me queda decir que Bernard Cornwell es un novelista y periodista inglés que ha publicado varias sagas con temas vinculados a la historia como Richard Sharpe ambientada en la época de la conquista de la India por los británicos y las guerras napoleónicas, así como otras novelas ambientadas en las leyendas artúricas o en las invasiones vikingas de Gran Bretaña, entre otras.